La polémica es cada vez más grande y amenazada con convertirse en una bola de nieve imparable. Los vecinos de Wilde -zona «caliente» desde el crimen de la arquitecta y profesora de catequesis Renata Toscano- amenazan con volver a marchar hoy por esas calles. Y desde el Gobierno bonaerense hablan de infiltrados y de un ánimo de «desestabilización».
Anoche, un millar de vecinos se movilizó por tercera jornada consecutiva para protestar contra la inseguridad, al tiempo que el Gobierno provincial salió a denunciar un supuesto intento de «desestabilización» por parte de sectores que calificó como «mercaderes de la muerte».
Los vecinos se concentraron frente a la comisaría de Wilde para repudiar el asesinato de Renata Toscano, ultimada por delincuentes que pretendían robarle su auto, donde corearon consignas como «se va a acabar, esa costumbre de matar». La movilización fue seguida de cerca por el Gobierno bonaerense, cuyos funcionarios mantuvieron informado a Daniel Scioli mientras el mandatario estaba en Chubut en un acto político junto al ex presidente Néstor Kirchner.
En La Plata, mientras tanto, el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, denunció la presencia de activistas que «montados en el dolor de la gente» por los hechos de violencia «persiguen finales personales, electorales y comerciales».
La concentración de Wilde contó con la presencia de Juan Carlos Blumberg, pero su figura despertó las críticas de algunos de los vecinos presentes, que pidieron «no politizar» la convocatoria. En ese contexto, los vecinos convocaron a reunirse frente a las comisarías de toda la zona para reclamar por seguridad, mientras que en Wilde volverán a concentrarse esta misma tarde.