A ocho años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, diversas organizaciones sociales los recordaron con dos actos a pocas cuadras de donde murieron. Uno incluyó duras críticas al gobierno nacional y provincial, el otro defendió lo hecho por los gobiernos kirchneristas.
Como cada año, se cumplió en la madruga de ayer con la vigilia sobre el puente Pueyrredón. Al mediodía, un acto encabezado por los familiares de Maxi Kosteki reclamó justicia, señalando como responsables políticos de las muertes a Eduardo Duhalde – presidente en 2002 – y demás funcionarios de su gobierno, entre ellos al actual Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. También le achacaron al kirchnerismo inacción en los últimos siete años y el intento de proteger a algunos implicados.
Pasadas las dos de la tarde fue el turno de otro grupo de organizaciones sociales, que también recordaron a los piqueteros asesinados y reclamaron justicia pero cargando las tintas sobre Duhalde y el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá. Estos grupos, afines al oficialismo, defendieron lo hecho por el kirchnerismo.
Las posturas quedaron especialmente marcadas en las referencias al Jefe de Gabinete. En 2002 Aníbal Fernández era Secretario General de la Presidencia y fue el encargado de buscar por todos los medios desligar al gobierno de Duhalde de los hechos.
El 26 de junio de 2002 una protesta piquetera sobre el puente Pueyrredón derivó en un enfrentamiento entre las organizaciones sociales y la Policía Federal. En medio de las corridas, Kosteki y Santillán buscaron refugio en la estación de trenes de Avellaneda, hasta donde los persiguió el comisario Franchiotti y el cabo Acosta, dándoles muerte. El asesinato, negado en un primer momento por el gobierno de Duhalde, se conoció dos días después por la (tardía) publicación en la prensa de una secuencia fotográfica