Parece interminable la disputa entre unos y otros. Lo cierto es que también se echan culpas por la parálisis en que está sumido el Congreso. Hoy, el jefe del bloque oficialista de Diputados, Agustín Rossi, responsabilizó a la oposición por las trabas en el funcionamiento del Congreso. Y afirmó que los legisladores afines al Gobierno están dispuestos a «negociar» una agenda parlamentaria.
Rossi enfatizó: «El Congreso no funciona desde que la oposición es mayoría. Antes, el oficialismo conseguía el quorum». Y se quejó de que la oposición busque, según dijo, «imponer una agenda».
El diputado kirchnerista advirtió que «lo que queda claro es que la oposición no puede imponer una agenda» y que por lo tanto debe negociar. «Consensúen la agenda, muchachos, yo estoy abierto a consensuar una agenda», dijo casi hablándole a los legisladores opositores.
Ayer, la imposibilidad opositora de reunir quórum propio y la decisión oficialista de no bajar al recinto hizo que naufragaran las sesiones en las dos cámaras. Y nuevamente hubo una imagen de un Congreso inmóvil, escena que se repitió desde el inicio de las sesiones ordinarias, en medio de la pelea por el uso de reservas y la coparticipación.