Otro foco de conflicto con el Gobierno. Desde la Iglesia advirtieron que unos 300 mil chicos de bajos recursos que concurren a escuelas católicas podrían tener problemas para seguir cobrando la asignación universal por hijo que paga la ANSeS. El meollo de la cuestión está en que la ANSeS sólo reconocerá el certificado de escolaridad emitido por escuelas públicas.
El presidente del Consejo de Educación Católica (Consudec), que agrupa a los 3.000 colegios católicos de todo el país, padre Alberto Bustamante, denunció una «evidente discriminación» por parte del Gobierno.
Según sostuvo el religioso, casi 300 mil chicos dejarán de cobrar la asignación universal por hijo. Denunció que la ANSeS sólo reconocerá el certificado de escolaridad emitido por escuelas públicas. Y en consecuencia, dijo que el organismo rechazará los de aquellos colegios que cobren cuota, aunque sea baja, como las instituciones católicas.
«Estos chicos van a escuelas que muchas veces tienen una cuota menor a lo que se paga por la cooperadora en una estatal o están becados», explicó Bustamente.
Según calculó, están en esa situación «unos 280.000 alumnos distribuidos en unos 700 colegios, los cuales están por perder la ayuda».
La reglamentación oficial de la asignación universal, por la que desocupados y trabajadores precarios cobran 180 mensuales pesos por hijo, establece que para acceder debe presentarse una libreta donde conste, en el caso de los niños de más de cinco años, la certificación del «cumplimiento del ciclo escolar en establecimientos públicos».
La Iglesia dice que, según la legislación, todos los colegios son públicos, unos de gestión estatal y otros de gestión privada.